lunes, 22 de julio de 2013

Ya nada.

Te echo de menos hoy, ayer, mañana, por segundo y hora, a ratos y al dormir. Es como si una aguja fuera desfilando por las venas todo el día y pinchara de vez en cuando. Como si tuviera una hoguera en los pies a cada paso que doy y no me dejase abanzar. 
Me siento estúpida cuando a veces pienso que ha sido un error, cuando se me pasa por la cabeza que a lo mejor sólo he perdido el tiempo. Cuando salgo de fiesta y cada chico con el que bailo tiene tu cara, pero nunca tu sonrisa. Me pregunto si hubiera sido mejor nunca enamorarme, nunca sentir nada, ir de flor en flor, no tener que encontrar un equilibro entre los dos. Pero cada vez que lo pienso, sé que te volvería a elegir a tí mil veces más. ¿Pero ahora? Supongo que no queda nada por decidir. No hay en que pensar ni a quien hablar. Por quien llorar o reir. Supongo que ya no estás ni estarás, pero yo seguiré ahí para ti.

No hay comentarios:

Publicar un comentario