viernes, 11 de mayo de 2012

Hoy se me ha dado por escribirte a ti.

Me propuse prometerte una canción.
Una en la que contara que no siempre estuvimos sonriendo.
Me propuse hacer que dejaras de vivir en el pasado y te centraras en nuestro presente.
Lamentablemente, nosotros dos tuvimos un pasado que en el presente cuesta afrontar.
No quiero echarte en cara tus errores, aunque los míos me los pegaras con celo en la frente.
Aunque quiera volver a empezar, tú quieras dejarlo pasar y los demás te lleven a donde no te veo,
te seguiré escribiendo la canción.
Que te muestre todo lo que sentí, sentiste, sentimos, sintió. Sintió ella, la que te llevó.
La que te cogió los labios y los metió en su bolso, al lado de su maquillaje.
Contra el que yo tenía que competir con mis zapatillas rotas y mi pelo sucio.
Por eso cupido se acercó y me dijo que ya no estabas aquí. Ni conmigo ni sin mi.
Y así me abandonaste. Como se abandonan los zapatos viejos, o un perro cuando crece.
Y así te cuento lo creo que tuvimos. Si es que, alguna vez, tuvimos algo.

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