jueves, 23 de agosto de 2012

BBBBBBBBTTTTTTTTTT.

Cásate con una rubia alta y delgada. Que sea de un país exótico para que podais viajar mucho.
Que le gusten las cenas en restaurantes caros y vestir de marca con tacones y vestidos que brillan. Regálale chocolate, que a todas las mujeres les encanta.
Recuérdale que nunca llegue tarde a vuestras citas, que eso no te gusta. Sorpréndela de vez en cuando con algún detalle bonito o invítala a desayunar.
Cuando se quede a dormir en tu casa déjale una camisa larga para pasearse por el pasillo y compartid la misma toalla cuando os vayais a duchar.
En la playa pase lo que pase no le metas un alga en la boca, que eres muy propenso a eso y no es agradable. Ah, y dale un beso debajo del agua, para que se cumpla ese sueño de un millón de chicas y se sienta especial.
Acaríciale la rodilla por debajo de la mesa cuando esteis comiendo y haz que al sonreir se le salga un trozo de lechuga de su hamburguesa.
Dormir abrazados. Su cabeza en tu pecho y tu brazo debajo de su espalda.
No hagas esos chistes que a veces son groseros y se pueden interpretar mal. A veces enfadan. Y arregla todo llendo por detrás a abrazarla y darle un beso en la mejilla. Funciona.
Que vuestros besos sean dulces y antes de que te bese el cuello recuérdale que llevas colonia, que luego queda mal sabor de boca. Aunque si el querer es muy grande, eso no importa.
Cógele de la mano disimuladamente por la calle. Si te mira y sonríe es que quiere que lo hagas. Si no, es idiota.
Recorreos la ciudad de punta a punta, comeos todos los helados, arrancad la hierba a cachos, comeos el mundo. Cógela a caballito cuando esteis en el agua, pero no la tires si está fría, que luego te mete debajo del agua y te enfadas.
Ah, y recuérdale que no te gusta que te griten por teléfono. Que siempre te gusta comerte la última patata del plato y que tus amigos están antes que todo.
Asegúrate de que no lleve relleno en el sujetador, que eso te parece de muy poca seguridad en una mujer.
Dile que siempre llevas una camiseta debajo de los polos, que por eso a veces sudas demasiado. Y que no te gusta que te toquen la barriga.
Que te rayas mucho cuando ves algo que no te gusta y eres bastante desconfiado. Dices cosas y al poco rato te arrepientes.
¡Ah! Y que no se preocupe si a veces te vas de la lengua metiéndote con ella, que eres un bocazas.
Si recuerda todos estos detalles, puede que os vaya bien, aunque me quedan muchos puntos por decir.
Y si después de todo esto sigue queriéndote y queriendo estar contigo, has encontrado a la mujer ideal. No la cambies.
Lo sé. No es fácil de encontrar, pero busca una chica que te haga tan feliz que te den ganas de llorar.
Llámame un día de esos aburrido en casa tirado en sofá y cuéntamelo todo. Osea que ya sabes,
que te sonría la suerte y te vaya de muerte.

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