jueves, 5 de septiembre de 2013

Y, ¿bum?

Y entonces algo estalla, se rompe, se tuerce, y tienes que dejarlo ir. Estos últimos meses todo ha cambiado. La gente, los que quiero y desprecio, las metas, los sentimientos, tu entorno, todo; mientras tú estás intentando encontrar una fórmula que englobe todo lo que sucede para poder entenderlo. Te has hecho tan inmune a los que te hicieron daño que cada vez te ha importado menos que te fallen, ¿Para que confiar en alguien que dice que cambiará y no lo hace ni una sola vez? Intento simplemente aprobechar lo poco que nos queda, que me queda, y no forzar mi cabeza a nada con lo que no pueda aguantar. Ya va siendo hora de aprender a sonreir, a dilatarse las pupilar y apretar los puños. Nadie me va a esperar al igual que y ono esperaría a nadie, la vida no va a volver a pasar ni tampoco me está esperando.

sábado, 17 de agosto de 2013

Burbujas.

Me llenaron los oídos de mierda sobre que no podría salir de ese pozo. Que en el mismo momento, o incluso un poco antes de meterte en la burbuja, quedas presa el resto de tu vida. Nunca supe si eso era lo que quería, si es bueno o malo, o si en realidad estaba ahí por obligación. 
Pero os puedo asegurar que después de muchos meses aquí dentro, te planteas la vida de diferente forma; no miras a la gente igual y de lo que dicen, sólo escuchas la mitad. Aquí dentro no te pueden hacer daño. No pueden urgar en las heridas ni intentar abrir cicatrices. Los puñales por la espalda los ves venir de lejos y si son palabras y no hechos, no sirven de nada.
Aquí dentro están las personas con más sentimientos que cualquier otra, y que los tienen más escondidos que toda la gente. Es una burbuja única, en la que estás sola, da igual quien te quiera ayudar porque te vales por ti mica (o lo crees).  
Aquí no lloras, ni gritas, ni rompes cosas, sólo esperas al tiempo; a que pase o mejore. O tal vez lo que esperas es que se rompa la burbuja. Esperas poder volver a confiar en alguien y que todas tus sonrisas sean plenas y ciertas, que se acabe el llorar y los 'no puedo más'. Que se acabe el morir cada día, ser igual que todos y poder disfrutar de eso que es la vida.
Por eso os cuento que la burbuja no es buena, pero tampoco mala; y que les jodan a los que dijeron que nunca podría salir, porque estoy rompiendo la pared de este sitio cada día un poco más, acercándome a lo que perdí hace ya muchos meses, que era la felicidad plena.

lunes, 22 de julio de 2013

Ya nada.

Te echo de menos hoy, ayer, mañana, por segundo y hora, a ratos y al dormir. Es como si una aguja fuera desfilando por las venas todo el día y pinchara de vez en cuando. Como si tuviera una hoguera en los pies a cada paso que doy y no me dejase abanzar. 
Me siento estúpida cuando a veces pienso que ha sido un error, cuando se me pasa por la cabeza que a lo mejor sólo he perdido el tiempo. Cuando salgo de fiesta y cada chico con el que bailo tiene tu cara, pero nunca tu sonrisa. Me pregunto si hubiera sido mejor nunca enamorarme, nunca sentir nada, ir de flor en flor, no tener que encontrar un equilibro entre los dos. Pero cada vez que lo pienso, sé que te volvería a elegir a tí mil veces más. ¿Pero ahora? Supongo que no queda nada por decidir. No hay en que pensar ni a quien hablar. Por quien llorar o reir. Supongo que ya no estás ni estarás, pero yo seguiré ahí para ti.

lunes, 1 de julio de 2013

La despedida final.

Supongo que ya no volveremos a darnos otro último beso. Ya no vibrará mi móvil con tus mensajes ni mi armario se preguntará que me pondré para verte hoy. Las lluvia se irá pero el Sol seguirá desaparecido dejándome la duda con nubes cubriendo el cielo. Recordaré la historia en cada canción y tu nombre de título en todos los poemas. Escenas de películas y algún fragmento en los libros. Te nombrarán en alguna charla en la que esté involucrada y procuraré no hacer ningún comentario ni hacer muecas con la boca.
Me limitaré a apagar la luz y dejar la ventana abierta antes de dormir. Acostarme en la cama y observar el hueco que no ocupas. Miraré el techo y aparecerán imágenes de cuando estábamos juntos.¿Pero sabes que? Poco a poco se irá. Se irá y me iré cuando tú ya no estés. Cerraré todas las ventanas y tiraré la llave de la puerta. Romperé la burbuja. Echaré agua a las flores y cortaré las malas hierbas. Bailaré entre la gente y lo haré descalza. Guardaré la última lágrima en un tarro y observaré como se evapora lentamente. Así pasarán los días y cuando te olvides de mi de repente yo ya lo habré hecho muy lentamente. Quizás no te vuelva a ver o acabaremos en el mismo edificio, pero tengo por seguro que no compartiremos ningún Abril más, ni Junios ni Julios. No non despediremos sabiendo que nos vamos a volver a encontrar ni nos abrazaremos como reconciliación. Ya no respiraremos en la misma dirección, nunca más.

sábado, 15 de junio de 2013

Mil razones.

-¡Pues claro que no! ¿Lo has visto? ¿Como me va a atraer?
+No te entiendo, ¿No era que te gustaba?
-Sí, lo sé, pero no por eso.
+¿Entonces como te puede gustar?
-La verdad es que no lo sé, no tengo demasiadas razones que darte. Me gusta como habla  y los gestos que hace cuando quiere darle énfasis a las cosas. Como me mira cuando digo algo estúpido y sonríe mientras baja la cabeza y niega con la cabeza. El perfume que se echa desde el primer día que lo conocí y aún hoy huele a él. Me gusta su ropa y sus marcas de la piel. También me gustan sus manos y su fea nariz.
Que coma como un bruto y ande tan despacio que te saque de quicio. No sabría decirte todo lo que me gusta de él, pero sé que lo único que no me gusta es lo mal que nos salen las cosas. Lo orgullosos que somos a la hora de arreglar las cosas para que no se vuelvan a romper, pero somos así de torpes con las cosas frágiles. Supongo que debería controlarme en las discusiones y él poner más de su parte para que no quiera irme de su lado por cada cosa. Tiene mil defectos, errores y imperfecciones, pero yo no le veo ningún error. Repetiría cada portazo, cada grito y discusión. Volvería a darle al botón de colgar en el teléfono y volvería a esquivar ese beso. ¿Pero sabes por qué? Él vendría a arreglarlo con un silencio que siempre, siempre lo dice todo. Será ridículo, patético, sintético, pero no creo que con todas las personas puedas sentir que cada día, cada minuto en cama, cada explicación en clase, cada copa un sábado, te hace falta un poco de ella. Por eso me gusta cada día un poco más, porque no creo que con todas las personas no haya una última oportunidad y siempre estéis el uno para el otro pase lo que pase.